
Vas. Cruzàs de vereda. Crees estar en lo cierto...pero no. Y aunque pensàs "un tropezòn no es caìda", te caìste sobre lo mismo una y otra vez, seguìs en la misma vereda mientras que repetìs: "no puede ser tan malo; no puede ser tan malo... lgo bueno tiene que haber, algo bueno voy a encontrar", no encontràs el punto exacto para ponerle un fin; lo tenès que buscar vos (pero no lo buscàs) te obsesionàs. Volvès a caminar, volvès a tratar. Y es un sin-fin...sin darte cuenta, volviste al principio, y lo que era un tropezòn...finalmente se convirtiò en caìda.